lunes, 25 de febrero de 2013

Cap 4: Un nuevo camino.

6:43 de la tarde, viernes 12 de febrero.
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Oscuridad, miedo, ceguera... etb... Aquellas eran algunas de las palabras que me revotaban en la cabeza mientras miraba a aquel chico.
Se giró rapidamente hacia mi dirección y se tapó con las manos sus gafas de sol, las cuales cubrian sus ojos privados de vista.
Salí rapidamente de las duchas y me empecé a secarme con mi toalla.
Miré de reojo hacia donde se situaba el chico misterioso.
"Que raro... Es extraño cambiarme con él aqui, a pesar de que no ve nada." -Me decia a mi misma.
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Una vez ya vestida, comencé a recoger todo el artesanal que habia desplegado.
-Y-ya estas vestida...? -dijo aclarandose la voz.
-Si... -Contesté acercandome a él.
-Bien. -Exclamó, dandome la oportunidad de ver su sonrisa. -Emm... -Intentó formular su pregunta.
-Si? Que pasa? -Dije inocentemente mientras me peinaba un poco el pelo.
-P-podría tocarte la cara...? -Preguntó apretando los puños.
"Mi... Mi cara...?" -Me preguntaba mientras me sentaba junto a él en el estrecho banco.
-Para que quieres tocarme la cara...? Si es horrible... -Dije en voz baja algo extrañada.
-Seguro que no... -Dijo mientras llevaba sus manos hacia mi rostro.
Contuvé el aire durante un segundo y cerré los ojos de inmediato.
Aquel chico, al que el destino castigo con una ceguera incurable, comenzó a pasear sus frios dedos por mi rostro en busca de algun rasgo facial que le permitiese verme en su imaginación.
Dió un par de vueltas a mi frente, hasta que encontró mis ojos.
-Los encontré! -Exclamó ansiosamente. -Vaya... Tienes las pestañas bastantes largas... -Dijo asombrado.
-Si, me lo dicen mucho. -Vacilé ante su asombro.
Bajó hasta donde se encontraban mis mejillas y empezó a darme con sus dedos indices en el lado más blando de mis mejillas.
-Poke, poke! -Repitió varias veces.
Sin todavia creermelo, empecé a sonrojarme y abrí los ojos para ver la cara que ponia.

Por lo visto, era tanto el calor que emitian mis mejillas que, pusó las palmas de sus manos para detectarme cualquier sintoma de fiebre, aunque, ese no era el caso.
-Estas sonrojada, verdad...? -Sonrió levemente.
-Emm... Bueno, yo... -Me alejé rapidamente de su lado. -Seguro que se debe a la temperatura del agua de la ducha... -Intenté disimular mientras me aireaba con la mano.
De nuevo, las pisadas regresarón al vestuario. Se trataba de una mujer de voz ya familiar.
-Oliver!! -Exclamó mientras se acercaba a su lado. -Te dejo un momento a solas y ya estas ligando...?
"L-liga-Ligando...?" -Ni siquiera podia terminar la pregunta en mi mente.
-Mama... -Dijo en voz pasiva. -No estoy ligando, simplemente, estoy compartiendo ideas a cerca de la musica que ambos escuchamos. Solo eso... -Dijo controlando la situación.
-Eh... -Interrumpí un poco la reunión familiar. -Se esta haciendo tarde y yo... -Miraba desesperada la puerta de la salida.
-Oh, bien... Disculpa por las molestias. -Se disculpó la madre.
Con un nudo en el estomago, me dirigí hacia la puerta.
-Espera!! -Exclamó el chico. -Por lo menos dime como te llamas!!
-Oliver!! - Le volvió a regañar su madre.
-Ena... -Dije timidamente saliendo del vestuario.
-Ena... Ena... -Empezó a repetir como si estuviera examinando mi nombre.

"Que demonios... Que ha sido eso...?!" -Me preguntaba yendo hacia los secadores. -"Por que me he sonrojado tanto... Con él..." -Me abrazé fuertemente debajo del secador.

...............................................................CONTINUARÁ......................................................

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